TXIRLORAK: Llamo chirloras, a hechos acaecidos en Bermeo, o que tuvieron algo que ver con nuestro pueblo, hechos veces curiosos, veces alegres o festivos y otras veces trágicos, pero estimo siempre interesantes. Es posible que algunos nos hagan recordar a personas de nuestro entorno o familia, o detalles y cuestiones un tanto olvidadas, sería para mi gratificante que fueran de vuestro agrado.
lunes, 17 de septiembre de 2012
1904 Montañeses y vascongados
Hacia mediados de Mayo del año 1904, llegaron a Bilbao varios vaporcitos denunciando agresiones por parte de pescadores de Santoña, en aquella época solían frecuentar aguas montañesas las embarcaciones de puertos de Bizkaia y Guipúzcoa a la pesca de la anchoa, de nuestro puerto en esas fechas se desplazaron a esa zona el “Ezkuari” de Pablo Garai, “Aurrera Beti” de Juan Renteria, “Uquech” de Juan Arrasate, “San Juan” de Severino Bilbao, “Luisito” de Gregorio Lazaga, “Bermeana” de Felipe Uriarte “amistad” de Miguel Meñaka, “Gaviota” de Florentino Gotilla, “San Francisco” de Laureano Zabala, “Lenbisikua” de Nicolás Jauregizar y “Margarita” de Pedro Luzarraga también hubo embarcaciones de Ondarroa, Elantxobe y Donosti.
Dedicándose a la pesca de la anchoa, que luego era vendida a conserveros en su mayoría italianos. Molestos los montañeses sin razón aparente, acordaron expulsarles de allí, negándoles el agua para las embarcaciones y no permitiéndoles la compra de víveres, incluso amenazando y chantajeando a los conserveros; amenazándoles con retirarles a las mujeres que se dedicaban al trabajo del salazón si es que les seguían comprando pesca a los barcos de Santurce hacia el este.
Hubo abordajes en la mar con lanzamiento de piedras y en algunos casos con tiros de escopeta, pues se dio el caso de que hubo contusiones y heridos con perdigonadas.
La embarcación “Margarita” se vio forzada a entrar en Bilbao, en aquel entonces hasta la altura del puente de Sendeja, pues llevaba hombres heridos, hubo quienes se negaron a ser asistidos en el hospital, pero no así todos pues Robustiano Alboniga con perdigonada en la cara y Dionisio Telletxea con perdigonada en la ingle y en el brazo tuvieron que ser curados allí.
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