sábado, 10 de noviembre de 2012

1494 D. FORTÚN GARCÍA DE ERCILLA


El día 9 de agosto de 1494 vio la luz por primera vez, en el solar de Ercilla, este ilustre bermeano, que por su vastísima ilustración y su claro talento alcanzó merecida gloria en todo el mundo.

Siendo aún muy joven, D. Fortún se doctoró en Derecho en la Universidad de Bolonia y eran tales su ingenio y su elocuencia que a los 25 años había escrito ya obras jurídicas notables y se había distinguido en la interpretación de leyes y tesis en distintas ciudades italianas. Conociendo su renombre el Pontífice León X, le ofreció una cátedra de Derecho en la famosa Universidad de Pisa. No aceptó la oferta, pues al mismo tiempo, el emperador Carlos V, a cuyos oídos había llegado la fama del “sutil cántabro” (sobrenombre de Ercilla en Italia), le nombró miembro del Consejo Real de Castilla, por lo que volvió a España, a los 28 años, para desempeñar el cargo.

Tuvo a su gobierno la Regencia de Navarra y formó parte del Consejo de las Órdenes. Tras este breve período de dos años, accedió al Primer Grado de la Magistratura, confirmándose en este cargo la justa fama de notable jurisconsulto.

Obtuvo, más tarde, la dignidad de Caballero de la Orden de Santiago y puso término a su trabajo literario escribiendo una hermosa obra, “Los duelos o desafíos”, dedicada principalmente al famoso duelo entre el Emperador Carlos V y el Rey Francisco I, que no llegó a tener lugar por la cobardía del Rey francés. Se cuenta a propósito de este desafío, que Carlos V pidió dictamen al Consejo Real de Castilla y que éste informó en contra del duelo, pero que García de Ercilla escribió de su puño y letra una carta que se hizo célebre, pues le decía al Rey: “Estos señores aconsejan a V. M. como letrados; Carlos V, sin embargo, debe de obrar como caballero”.

Habiendo sido designado para dirigir la educación del príncipe heredero Felipe II, le sorprendió la muerte a los 40 años de edad, en Dueñas (Palencia), siendo enterrado su cuerpo en una capilla que poseía en el Convento de los Benedictinos de Balvanera.

Para completar esta brevísima biografía, cabe señalar que todos los escritores contemporáneos se referían a García de Ercilla con gran respeto y admiración. Nicolás Antonio que escribió, un siglo más tarde, su Biblioteca Nova, después de citar los títulos de varias de sus obras dice: “Era un hombre agudo, flexible y de vario ingenio, de recto y maduro juicio, tan modesto como sabio y por todo ello sus contemporáneos le llamaban el sutil cántabro”.

Sirvan esta notas para reparar en alguna medida la falta de reconocimiento y el olvido que hemos tenido los bermeanos para con el ilustre jurisconsulto D. Fortún García de Ercilla, casado con Da. Leonor de Zúñiga y padre del insigne poeta Alonso de Ercilla que cantó “La Araucana”.

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