viernes, 16 de noviembre de 2012

PROBLEMAS SURGIDOS A RAIZ DE LA INSTAURACIÓN DE LA MODALIDAD DE PESCA DE ARRASTRE


Ya en los albores del siglo XX se comenzó a cuestionar la instauración del sistema de pesca de arrastre. Innumerables artículos con títulos similares a La ruina de la costa, ocupaban hojas enteras de los periódicos de la época.

Hubo también, diversas manifestaciones y mítines en protesta por este tipo de pesca, siendo el más concurrido de todos, el organizado en el Frontón Euskalduna de Bilbao el 10 de noviembre de 1907. Llegaron a la capital de Bizkaia, embarca-ciones de todos los puertos de Guipúzcoa y Bizkaia. Fue tal la afluencia de personas, llegadas desde  todos los pueblos pesqueros, que el aforo del Frontón resultó insuficiente para los miles de personas que se congregaron.

Dio comienzo el mitin a las 11 de la mañana, una vez constituida la mesa presidencial. En el centro, el pescador de más edad de Bermeo D. Celestino Uribarri y a su derecha e izquierda, autoridades provinciales, entre los que se encontraba el bermeano D. Teodoro Bidaetxea, diputado provincial, alcaldes y corporaciones de pueblos pesqueros y representantes de las cofradías de pesca de Bizkaia, Guipúzcoa y Santander. Representando a Bermeo estuvieron el alcalde, D. Cirilo Luzarraga y los concejales, D. Anselmo Urresti y D. Leonardo Uribarri y como portavoz de la cofradía, tomó la palabra D. José Urkijo. Se dirigió al público también el alcalde Lekeitio, D. Bruno Larrazabal, quien preocupado por los problemas de los arrantzales, ya se había expresado en repetidos artículos de prensa presentando proyectos en defensa y apoyo de la clase pescadora.

Tratando de darle solución al problema suscitado por el sistema de arrastre, se propuso fijar las 15 millas como término de las aguas jurisdiccionales. El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao, D. Mariano de la Torre presentó una moción solicitando que la merluza de arrastre no se vendiera en los mismos puestos que la de anzuelo, que se prohibiera su venta en las calles, que viniera identificada para evitar confusiones y que se le aplicara un impuesto especial.

Gracias a la acogida en sus domicilios, de muchísimas familias bilbaínas desinteresadas, pudo resolverse el problema de la comida de los arrantzales cuando terminó el mitin (hay que tener en cuenta que el transporte en aquella época no era tan frecuente y tan fácil como en nuestros días). Además surgieron ofrecimientos por parte de diversas entidades; sirva como muestra: el Hotel Torrontegi sirvió 1.000 comidas en el Patronato de Obreros, la Sociedad Tradicionalista 300, la Juventud Baska 250,...

En la primavera siguiente, en plena crisis, se organizaron suscripciones para paliar las pérdidas que estaban sufriendo los arrantzales dedicados a la pesca de merluza con anzuelo, pues las condiciones de subsistencia estaban llegando a situaciones extremas. Se recaudaron 25.167,25 Ptas. a repartir entre los 3.764 hombres de los puertos pesqueros que se dedicaban a esta modalidad de pesca, es decir 6,68 Ptas. a cada uno. La entrega se realizó a través de las cofradías en proporción al número de arrantzales de cada una: Bermeo 1.145 hombres, Mundaka 46, Elantxobe 139, Lekeitio 502, Ondarroa 950, Mutriku 427, Getaria 60, Donostia 417 y Hondarribia 78. Los puertos de Zierbana, Santurtzi, Getxo, Plentzia, Gorliz y Arminza en Bizkaia, y Deba, Zumaia, Zarauz, Orio y Pasajes en Gipuzkoa quedaron excluidos en el reparto por no dedicarse a esta modalidad de pesca.

A Bermeo le correspondieron 7.648,60 Ptas. y la entrega se realizó, en presencia de D. José Mª Gorostiza, D. Ramón de la Sota, D. Bruno Larrazabal, D. José Mª Urkijo y D. Luis Urrutia, el día 31 de mayo de 1908, en el Centro Vasco de Bilbao que se caracterizaba por su solidaridad en momentos difíciles de toda índole y por supuesto en desastres marítimos, galernas,….

A pesar de los intentos, no se solucionó el problema derivado de la pesca de arrastre. Los que tenían en sus manos el hacerlo, quizás tenían otros intereses; de hecho, durante muchos años se continuó con este tipo de pesca en los caladeros próximos a la costa. Muchas noches se les llegaba a ver desde tierra cuando estaban faenando. Incluso se produjeron violentos enfrentamientos en el mar, entre los arrastreros y las embarcaciones merluceras

Dejó de ser un problema cuando quedaron esquilmados los caladeros.

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