sábado, 10 de noviembre de 2012

1931 ELECCIONES DE LA JUNTA DE LA COFRADÍA

                              ELECCIONES DE LA JUNTA DE LA COFRADÍA EN 1931

Las elecciones de Presidente y Junta de la Cofradía de Pescadores de Bermeo, a finales del año 1931 fueron muy conflictivas, tanto por el clima de crispación que se produjo entre patrones y “tostartekos”, como por las consecuencias económicas que se derivaron al no salir a pescar durante muchos días.

Para comprender la gestación del conflicto, convendría que hiciéramos un poco de historia. En el año 1914 la Cofradía de Pescadores de Bermeo aprobó, para su régimen interior, un Reglamento que fue registrado, como correspondía, en el Gobierno Civil.
En este Reglamento se disponía que los cargos de la Junta Directiva se elegirían por los patrones y por doce representantes de los tostartekos designados por ellos, tras la elección de los mismos.

Teniendo en cuenta que los tostartekos contribuían a los fondos de la Cofradía en la misma proporción que los patrones, se consideró de justicia, que las elecciones fueran de otra manera. A tal efecto, en 1925 la Cofradía adoptó un acuerdo, por el que se modificaba el sistema anterior de elección de la Junta, de modo que participaran los patrones y todos los tostartekos, es decir todos los marineros de cubierta que estuvieran asociados. Ahora bien, este acuerdo modificativo del Reglamento de 1914, no se notificó al Gobierno Civil y tampoco fue recogido en el Libro de Actas, quizás por descuido del encargado de hacerlo. No obstante, entró en vigor y a partir de 1925 todos los años siguientes, la elección de la Junta se realizó con arreglo al nuevo sistema, de manera cordial sin que surgiera nunca el menor incidente.

Transcurrieron seis años, hasta que en 1931, se procedió, como era costumbre, el día 11 de noviembre, festividad de San Martín, a realizar la elección de Presidente y fue designado para el cargo Jerónimo Gotxi. A la vista del resultado, Santiago Díaz, Presidente saliente, declaró nula la elección, alegando que adolecía de algunos defectos, pues, según explicó, los tostartekos habían impedido el acceso al local a los patrones. Así se lo comunicó a Gonzalo Albaina, (Alcalde en funciones por indisposición del Titular, Florencio Bastarretxea), quien le indicó que convocara una nueva elección de Junta, comprometiéndose él mismo a que se garantizaría el orden durante la misma. A pesar de ello, Santiago Díaz no convocó esta nueva Junta. Curiosamente esta Junta que estaba alegando ilegalidad del acuerdo de 1925, había sido elegida, en su momento, con arreglo a lo establecido en él.

En esta situación, se recurrió al Gobernador, Sr. Morella, quien determinó la fecha para que se repitiera la polémica elección y notificó que debería realizarse ateniéndose al Reglamento de 1914, único Reglamento legal en vigor. No pudo celebrarse por el desacuerdo de los tostartekos que esgrimieron sus derechos. Se convocó nueva reunión con presencia del Sr. Vallejo, Delegado del Gobernador y tampoco pudo llevarse a efecto. Como consecuencia, el Gobernador se inhibió del asunto y mando retirar la fuerza pública: cuatro guardias civiles habituales en el pueblo y un refuerzo de otros veinticinco enviados para el tiempo que durara el desacuerdo.

Mientras tanto, el Presidente de la Cofradía, Santiago Díaz se negaba a arriar la bandera y por lo tanto, nadie podía salir a la mar, sin incurrir en fuertes multas.

Como posible solución al conflicto se propuso el nombramiento de una Junta provisional, integrada por dos arrantzales de edad avanzada que ya no salían a pescar, diez representantes de los patrones y otros tantos de los tostartekos, asesorados por dos técnicos, uno por cada parte. Esta Comisión debería redactar un nuevo Reglamento que se aprobaría, si procedía, en el próximo carnaval, dado que en esos días por no salir a pescar, podría celebrarse la elección de la nueva Junta y el cese de la Junta interina. En principio, pareció que la solución podría ser aceptada por ambas partes, pero según parece, los patrones exigieron que los dos ancianos nombrados, deberían seguir formando parte de la Junta hasta el siguiente año, exigencia que no aceptaron los tostartekos.

Teniendo en cuenta el valor de lo que pescaron los demás puertos durante este tiempo, se calcula que la flota bermeana dejó de ganar aproximadamente 400.000 Ptas. con la consiguiente repercusión en la industria relacionada con la pesca y en las economías domésticas,

Por iniciativa de algunos entes sociales, Juventud Vasca, Emakume Abertzale Batza, Solidaridad de Obreros Vascos, se abrió una suscripción en el diario Euzkadi, a favor de los arrantzales bermeanos, para aliviar la penosa situación económica derivada de la duración del pleito. Al poco tiempo, el mismo día de Navidad, se recibieron en Bermeo 25.000 Ptas. y varios camiones cargados de víveres, incluido turrón y carbón..

No hay comentarios:

Publicar un comentario