sábado, 10 de noviembre de 2012

1963 SEBASTIANAK EKARRI


En un artículo de prensa, el 12 de julio de 1963, 46 años después de haber ocurrido el suceso, se decía “los lekeitianos reivindican para sí la historia del hidroplano francés, que cayó en las proximidades del puerto de Lekeitio y fue remolcado por una embarcación lekeitiana y no bermeana”.

El suceso fue recogido en el cancionero popular haciéndose mención a dos aeroplanos.
Ocurrió durante la Primera Guerra Mundial; se trataba de un avión militar con base en Baiona. El 2 de julio de 1917 pasaron dos aparatos y uno de ellos por avería o motivos mecánicos se vio forzado a amerizar y fue llevado a puerto por la trainera Miren Begoña, folio 1335 de Lekeitio, patroneada por Severiano Mendiola Iturrioz.

En cambio en el cancionero bermeano, se mencionan cuatro aeroplanos, refiriéndose a un suceso similar que tuvo lugar el 26 de junio de 1920. Se inauguraba ese día la línea de hidroaviones para el servicio postal y de pasajeros de Baiona a Bilbao y viceversa.

Se había constituido una Sociedad en la que participaban personas y entidades de Francia y Bizkaia, la Compañía Franco-Bilbaína de Transportes Aeronáuticos, los Bancos de Bilbao, de Vizcaya, Vasco, Agrícola-Comercial, Altos Hornos de Vizcaya, S.A. Comercial de Transportes, etc.

El evento, por su importancia para la época, fue destacado con páginas enteras, en la prensa del momento. Se organizaron trenes y tranvías especiales en ambas márgenes de la ría, con una frecuencia de 15 minutos, a fin de acercar a la zona del Abra al innumerable gentío que deseaba ver amerizar los aparatos. Resultó un día de gran animación en Bilbao y en todos los pueblos del recorrido hasta Las Arenas y Algorta.

Con una presencia inusual de personalidades importantes de la República francesa: el Ministro de Aviación, en representación del Presidente, el Cónsul, y el Subsecretario de Estado de Aeronáutica, y de Bizkaia, el Gobernador Militar, el Gobernador Civil, en representación de S.M. el Rey Alfonso XIII y el Presidente de la Diputación, se había previsto ofrecerles un lunch, en la misma, cuando llegaran los tripulantes.

A tal efecto, fue engalanada por dentro y por fuera, como en los grandes días de fiestas, con los forales formados en el hall y una compañía del Cuartel de Garellano formada en el exterior, así como la Banda de Música del mismo.

Se esperaba la llegada del primer avión hacia las once de la mañana y se recibió un comunicado cuando pasó por Bermeo a la hora calculada. Al comprobar que no llegaba a la hora prevista, comenzaron a preocuparse; más tarde se supo que el hidroavión, por problemas mecánicos, hubo de amerizar en las inmediaciones de Izaro. La embarcación Sebastiana, de folio 1148 de Bermeo, patroneada por Delfín Hernani Ispizua, con el resto de armadores Venancio Larrauri, Fermín Etxebarria y Justo Telletxea Beitia, acudió presta en ayuda de los ocupantes del aparato, consiguiendo remolcarlo hasta el Artza. Allí esperaban el Alcalde, el Ayudante de Marina y gran gentío reunido ante el imprevisto acontecimiento. Se les invitó a comer en el Casino e incluso brindaron con champaña. Los tripulantes franceses correspondiendo al detalle, entregaron 1.000 Fr. para la Beneficencia bermeana y a las cuatro de la tarde salieron para Francia en un coche proporcionado por la Diputación.

Hacia las doce amerizó en el lugar previsto, sin ninguna novedad, el segundo avión en el que volaba el Ministro de Aviación francés, Mr. Flandin. Al poco tiempo llegó el tercero, pero al descender, posiblemente por un fallo de cálculo, rompió el palo y una vela a un velero que como otros muchos había acudido para dar realce y colorido al festejo. El cuarto avión en lugar de amerizar en el Abra, lo hizo por equivocación en la playa de Algorta. Como puede apreciarse fue una inauguración bastante accidentada.

Hacia las dos de la tarde apareció un quinto avión, en este caso militar, en el que venía como pasajero el Alcalde de Baiona.

Después de la comida que se les ofreció en el Marítimo del Abra, se brindó con vivas al Presidente de la República y a S.M. el Rey Alfonso XIII.

También se tiene noticia de otros percances similares. Así, el 26 de octubre de 1920 otro hidroavión procedente de Baiona que también realizaba el servicio de correspondencia y pasaje, amerizó en Lekeitio, pero en este caso no fue necesaria la ayuda de los barcos que salieron, pues el aparato pudo llegar hasta la playa por sus medios. Venía como pasajera la modista Mme. Simon y al llegar a tierra pidió un coche al Hotel de Portugalete, que era donde habitualmente se hospedaba, para volver a Francia. Mientras tanto, el piloto y su ayudante habiendo conseguido solucionar la avería, salieron de nuevo para Baiona.

El 23 de marzo de 1921 otro aparato de la misma línea, que habiendo salido de Bilbao con destino Baiona, tuvo que amerizar en las inmediaciones de la playa de Bakio y fue remolcado hasta una boya del Artza de Bermeo. Solucionado el problema, salió de nuevo para su destino la tarde del mismo día.

Al perder una hélice otro aparato del mismo servicio, el 6 de abril de 1921 amerizó en la zona de Bermeo y fue remolcado por el vapor Izaro, de folio 1128 de Bermeo, patroneado por Genaro Zumeta Isasi, con la ayuda de Hilario Allika Ortube, Juan José y Alejandro Arenaza Larrocea, Tomás Bilbao Expósito y Eduardo Ochote Expósito.

Poco se sabe de la autoría de la melodía de la canción y del comienzo de su utilización, pero si se puede señalar que en Bermeo a la estrofa que hace referencia a los aeroplanos, se le han ido incorporando nuevas estrofas que relatan otros sucesos acaecidos.

Sin ánimo de rebatir la tesis sostenida por el autor del artículo, he intentado iluminar un poco el origen de la “polémica” estrofa. Por mi parte, “Artzan enkaileta itzi”.

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